viernes, 22 de diciembre de 2017

ECO 38. El separatismo catalán: "Están perdidos"

EL SEPARATISMO CATALÁN: “ESTÁN PERDIDOS”, por Paco Hernández

1. Cuando han pasado casi 80 años de la Guerra Civil Española, para unos, y Guerra Revolucionaria para otros, y 42 de la muerte del gran triunfador de la misma, el Generalísimo Franco, España se enfrenta de nuevo a una situación secesionista: los catalanes amenazan con que de una manera o de otra se desconectarán de España y crearán una república catalana independiente. Aunque esta amenaza no viene de ayer ni del año pasado sino de hace mucho tiempo, la inmensa mayoría de los españoles están perdidos, no saben qué pensar, ni qué decir. Incluimos en esta apreciación a los políticos de los partidos mayoritarios que no saben explicarse cómo hemos llegado a esto.

2. Si queremos entender lo qué está pasando tendremos que recurrir a una metáfora que nos lleve a comparar una ideología política altamente contagiosa, el nacionalismo, con unos virus o unas bacterias que siempre están con nosotros y que, controladas, son beneficiosas, como la flora bacteriana de nuestro aparato digestivo, pero que, descontroladas, como ocurre en los grandes grupos humanos, como los estados, nos ciega el pensamiento y lleva a unos humanos a creerse mejores que otros, a agredirlos con violencia e incluso a exterminarlos. El nacionalismo local siempre ha existido de manera moderada desde que los humanos vivíamos en tribus, queriendo a nuestros familiares y vecinos, a nuestra tierra y a nuestros símbolos, a nuestra pequeña patria...; pero que empezó a manejarse de manera retorcida en el mundo capitalista a mediados del siglo XIX para convencer a grandes masas de población de que eran mejores que otras, de que tenían más derechos, para justificar las conquistas e imposición sobre otros que, supuestamente, tenían menos, atribuirse un derecho legal de dominación o expulsión de sus tierras e incluso su aniquilación. Ejemplo habitual fue el colonialismo: había que tutelar a determinados pueblos de África, Asia...mporque no eran capaces de regirse por sí mismos, saqueando de paso sus riquezas naturales. Las ideas nacionalistas llevaron a la Primera Guerra Mundial, aunque el ejemplo más claro fue el nazismo, la idea de la superioridad de la raza aria germánica, que debía forjarse un espacio vital propio, que con Adolf Hitler dio lugar al Tercer Reich en Europa y a la Segunda Guerra Mundial también. Para una visión formal de ésta ideología política recomiendo el librito 'NACIONALISMO', de Elie Kedourie, en Alianza Editorial, muy asequible.

3. Continuando con la metáfora para explicar el nacionalismo, voy a compararlo con una alfombra que, como todas las antiguas, tiene una trama y una urdimbre. La trama son unos pocos hilos más gruesos y fuertes que sujetan una infinidad de hilos finos para constituir, entre todos, el cuerpo de la alfombra. Comenzaré por los tres hilos más gruesos de la trama, aunque se podría añadir alguno más; pero tengo que resumir en un pequeño texto lo que requeriría un libro. Estos hilos más gruesos y potentes no tienen por qué darse en todas las sociedades desarrollados y juntos; pueden ser dos o incluso uno, porque son muy potentes:

a) La lengua: Todos los humanos, además de catalanes y vascos... tenemos lengua propia. Venimos al mundo con la capacidad de aprenderla de nuestros familiares o vecinos. Es estupendo que amemos nuestra lengua. El problema viene cuando oímos otras lenguas y nos da cierta repulsión o miedo porque no las entendemos. Esta repulsión, llamada xenofobia, es aprovechada por los políticos para enfrentarnos.
Se llegó a decir que el francés era la lengua más capacitada para la diplomacia y por eso se utilizaba en las embajadas y en los tratados; que el alemán era la lengua más capaz para la filosofía; o que el inglés era las lengua más apropiada para la ciencia. Esto justificaba a estos países a repartirse el mundo y a colonizarlo porque su lengua era mejor.
Hoy en día, gracias al desarrollo de la lingüística, sabemos que todas las lenguas son igual de capaces para todo, solo es necesario desarrollarlas. Cerca de mí tengo un diccionario 'Elhuyar', la institución que ha creado todo un vocabulario vasco para la ciencia y la tecnología que antes no existía. Noam Chomsky es la persona viva que más sabe de esto. Me remito a sus libros de lingüística, no olvidemos que Chomsky es, además, un prolífico escritor y activista político.

b) La raza fue otro invento potenciado por los nacionalistas: la raciología. No puedo extenderme, pero la polémica continúa y se siguen publicando libros sobre las razas humanas, aunque los científicos 'de verdad' continúen afirmando que no existe más que la variedad 'homo sapiens', adaptada a distintos ámbitos geográficos. Los racistas extendieron la idea de que “determinados hombres blancos” eran superiores y debían dominar al mundo. El vasco Arzallus y la señora Pujol, catalana, piensan también así, aunque no tanto como los nazis arios alemanes, ejemplo de xenófobos.

c) La religión es otra creencia básica excluyente, puesto que la veracidad de una implica la falsedad de las otras, sobre todo en las religiones monoteístas. Es prototipo el caso del nacionalismo judío tal como se cuenta en La Biblia: Jehová mandó a los judíos salir de Egipto donde sufrían esclavitud y atravesar el desierto para ocupar la tierra de Palestina... ¡pobres palestinos! También lo es el caso del Isis o República Islámica entre los musulmanes actuales, donde la religión rige todas las facetas de la vida. No hay que olvidar a los antiguos cristianos, que pasaron de pacifistas que se dejaban comer por los leones, a exterminadores sanguinarios de los no creyentes en cuanto se hicieron con el poder. Además de estar enfrentadas entre sí, todas las religiones han estado siempre enfrentadas al pensamiento científico y al desarrollo de la ciencia.


Repito, estos hilos gruesos y más fuertes no aparecen siempre; pero, cuando alguno lo hace. Da mucha consistencia a la trama nacionalista. 

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